Internet de los objetos, Internet de todo… El Internet de los objetos está de moda. Se oye hablar de ello en todas partes. Coches conectados, edificios inteligentes, relojes conectados, máquinas herramienta inteligentes… todos los sectores se ven afectados. Y el desarrollo del IoT se está acelerando espectacularmente.
En la actualidad, cuatro elementos principales están cambiando el juego en esta revolución tecnológica.
La explosión de la conectividad
Se prevé que en 2020 habrá más de 50.000 millones de objetos conectados. Habrá más de 3.000 millones de conexiones 3G. La conectividad celular, a través de la tarjeta SIM M2M(Machine to Machine), es una de las soluciones para hacer que un objeto sea comunicativo. Pero también se están desarrollando otras formas de conectividad, como el LoRa (una conexión de baja velocidad y frecuencia que consume poca energía), o Sigfox. Por último, cabe señalar que la 5G, cuyo desarrollo está previsto a partir de 2019-2020, debería acelerar aún más el desarrollo de la Internet de los objetos.
Precios más bajos de los sensores
Hoy en día es difícil establecer una horquilla de precios para los sensores, ya que son tan numerosos y sus usos tan diversos. Sin embargo, la disminución del precio de compra es un hecho probado. La creciente competencia y la mayor demanda de productos conectados de bajo coste, sobre todo en el mercado de consumo, están haciendo bajar los precios. Como resultado, se espera que el mercado mundial de sensores crezca una media del 7,5% anual en los próximos años hasta alcanzar los 10.500 millones de dólares en 2021, según IC Insights. Roland Berger predice que las ventas aumentarán una media del 17% anual hasta alcanzar los 30.000 millones de unidades en 2020.
Miniaturización de los sensores
A medida que los microprocesadores se hacen más pequeños y los chips más potentes, los componentes se hacen más pequeños y sofisticados. Sensores del tamaño de un grano de arena son ahora capaces de recoger datos de presión, temperatura o movimiento y transmitir esta información para su uso. Impulsada por laindustria de los teléfonos inteligentes, donde se observó por primera vez esta tendencia a la miniaturización, la convergencia de nuevas tecnologías permite hoy fabricar sensores adaptados a cualquier tipo de entorno y limitaciones.
El desarrollo de la nube
Los datos capturados y almacenados en bruto son una cáscara vacía. Por eso es esencial poner en marcha los algoritmos adecuados paraexplotar los datos y convertirlos en información inteligente y utilizable para la empresa. El desarrollo de la nube es un factor importante en la democratización de la Internet de los objetos, ya que proporciona acceso a una capacidad de almacenamiento casi ilimitada y simplifica el cruce de datos, que luego se envían a aplicaciones de visualización de datos de terceros. Elegir una infraestructura en la nube también ofrece más flexibilidad y agilidad en la gestión de un conjunto de objetos heterogéneos conectados. Por último, está la cuestión de la seguridad de los datos recogidos. Las soluciones en nube ofrecen así una garantía adicional en términos de protección de datos.
En conclusión
Sensores, realimentación de datos, almacenamiento, procesamiento de la información… cada etapa de un proyecto de objetos conectados tiene su propio reto tecnológico. Desde el hogar conectado hasta las cadenas industriales, la Internet de los objetos está ya en todas partes. Aunque persisten algunos problemas tecnológicos, las nuevas oportunidades que ofrece el IoT son una realidad.
Crear nuevos servicios, reinventar modelos de negocio… el Internet de los objetos está transformando gradual y sutilmente el mundo tal y como lo conocemos.